Conocerlo es adentrarse en la historia y el misticismo de la Cultura Maya con la majestuosidad de sus centros ceremoniales. Al norte del estado se hallan tanto la antigua ciudad de Palenque, que construyeron los mayas, como el pueblo que sirve de punto de partida para explorar las maravillas naturales en derredor. Un camino interrumpido por cascadas conduce hacia el sur hasta la zona arqueológica de Toniná. Si te diriges al sureste, pasando por la Selva Lacandona, encontrarás los vestigios de otras dos grandes urbes prehispánicas: Bonampak y Yaxchilán.
Venir aquí es tocar el corazón de la imponente Selva Lacandona y dejarte sorprender con sus auténticos sonidos, comenzando con la bienvenida que te da el aullido del mono saraguato y la huella del legendario jaguar; es bañar los sentidos en las impresionantes cascadas cristalinas color turquesa y disfrutar de cerca la naturaleza que llenará de vida y color a tu viaje. Palenque, la selva maya, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987.